Una casa de muñecas a escala real irrumpe en el camino al barranco. Quisiera tocar su timbre, visitar sus interiores pero una prisa lleva la delantera y la timidez recorta mis deseos. Entonces decido que capturarla en una imagen al paso, hace dulce el presente.

Texto y foto : Elsa Estremadoyro Heller